Dice Roberto Calasso
en Las bodas de Cadmo y Harmonía queEntre Eros y Ananque reina una enemistad basada en un oscuro parecido.Amén de la magnitud del simbolismo del cinto que refiere Calasso, no ajeno a la poesía ni a la filosofía, subrayé paredra porque es palabra griega que, avaros, no describen los diccionarios en español. Hallé en la Enciclopedia europea-americana de Espasa-Calpe (Madrid, 1966):
Ananque pertenece al mundo de Crono, es su paredra, con él se sienta en el trono polar como Zeus se sienta junto a Hera en el Olimpo. Justo por este motivo Ananque carece de rostro, de la misma manera que no lo tiene su divino esposo. La figura, la móvil figura, se muestra sólo con el mundo que viene después de ellos. […] Entre Ananque y Eros prefieren someterse a Eros, aunque sepan que Eros es una esmaltada cobertura de Ananque. Y cobertura en el sentido literal: el vínculo inflexible de Ananque, que ciñe circularmente el mundo, está cubierto por una faja coloreada, que podemos ver en el cielo como Vía Láctea, o también, en una perfecta miniatura,* en el cuerpo de Afrodita, cuando la diosa viste “su cinturón recamado, variopinto, donde residen todos los encantos: allí está la ternura, el deseo, las palabras susurrantes, la seducción que ha robado el intelecto incluso a aquellos que son de pensamiento firme”. Arrojada como una faja sobre la oscuridad del cielo, esta cinta no manifiesta engaño, sino el esplendor del mundo.* Vestida por Afrodita, se vuelve también un engaño. Pero puede que fuera exactamente esto lo que querían los Olímpicos: que una suave faja de engaño se superpusiera al vínculo inflexible de la necesidad. Así ocurrió que, llegado el tiempo, Zeus derrocó a Crono con el engaño: ahora esa cinta adornaba la cintura de Afrodita. [pp. 95-96]
Paredras (DIVINIDADES) Mit. En la religión de los antiguos egipcios sucedía muchas veces que una divinidad principal daba hospitalidad en su templo á otras divinidades que, importantes por sí mismas, formaban su corte y recibían el culto de los fieles, pero cuya presencia no implicaba ninguna idea de sistema. Estas divinidades se llamaban entonces paredras, las theoi synnaoi de los griegos.En la enciclopedia en línea Parole viva, se dice de paredro o paredra más o menos lo mismo, en referencia a “la religión de los antiguos griegos” y, en su segunda acepción, que, en la antigua Atenas, era un coadjutor. En suma, la palabra significa “el que se sienta al lado” (como en parhelio, la imagen o imágenes del Sol que se reflejan en las nubes, a su lado).
Entiendo, así, que Jorobita —maravilloso personaje de la canción de Cri Cri— es paredra del sultán Baruj Salim, cuyo arduo negocio solemos envidiar.
* Véase, asimismo, la rosca de Reyes, y para mayor abundamiento, Teresa E. Rohde, Tiempo sagrado, Planeta, 1990.